Solo veré preocupación.
Cuando a mi poema
también lo humille la rutina
cuando mis palabras también
queden encerradas adentro
de una celda
y ya no sean adictas
al sueño y a la utopía
cuando se dejen vencer
y ya no resistan
las piñas de este sistema.
Si llegara ese momento
no tendría razón mi poema.
Viviría feliz como
viven los decentes.
Sentiría al mundo por TV
y no por lo que ven mis ojos.
Viviría feliz como
viven los honestos
(Camilo Blajaquis)
Fotografías: Roberto Ncar
Doris Zabala
No hay comentarios:
Publicar un comentario